La moda y las convenciones son una pareja que conviene replantearse en muchas ocasiones. Muchas veces damos por válidas convenciones que hemos escuchado toda la vida y que son simplemente convenciones… erróneas. Por ejemplo, ‘todo se puede comprar’ (hablamos de moda) los ricos de verdad y sus outfits tienen su reflejo en la actualidad en las redes sociales; y mucha gente piensa que llevando las marcas de moda, los complementos, etc se puede conseguir el mismo efecto… la realidad nos demuestra que el común de los mortales con esas mismas prendas de lujo es una copia y en la mayoría de las ocasiones una ‘mala copia’ como indica la revista ‘Vanity Fair’ en un frase de Balzac ‘La elegancia trabajada es a la auténtica elegancia lo que una peluca es al pelo’.
La moda y las convenciones también hablan del simulacro, ‘el simulacro funciona’ ocultar la realidad raramente funciona en el mundo de la moda, si una persona no es muy alta subirse en unos tacones de 15 cm solo van a hacer que esa persona camine con dificultad, llegue agotada a casa y que muchas personas se fijen más en los zapatos de tacón infinito que en la persona en sí misma. Lo ideal es explotar las virtudes pero también los defectos de cada uno.
Otro de los dogmas del mundo de la moda ‘la reinvención aleatoria’ que la moda cambie es normal pero dar continuamente giros de 180º a nuestra forma de entender la moda no es tan lógico. Lo más lógico es que cada persona elija una línea en el vestir y sea consecuente con esa línea. La moda y las convenciones también nos hablan de ‘lujo es dinero’: ‘Los logos no son buenos ni malos per se’: hay logos bien o mal aplicados’, el verdadero lujo ni es evidente, ni muchas veces se manifiesta abiertamente, ni es dinero.
Por último un dogma que en ocasiones nos dicen nuestras clientas en ‘Coquelot’; ‘trabajar en moda es un chollo’… pues no: viajes, proveedores, facturas, etc forman parte del universo de la moda. Por supuesto que nos encanta el momento en el que a una clienta se le ilumina la cara cuando se ve estupenda con uno de nuestros vestidos o cuando vemos que una colección completa de blusas sale de nuestras tiendas, pero el trabajo es complicado, hay que acertar con las colecciones y cuadrar muchos, muchos, muchos números. Como todo en la vida las convenciones son eso simples convenciones, y probablemente en el mundo de la moda ¡lo sean más!. Vía Vanity Fair.